El proceso de transculturación en el movimiento moderno 

24.03.2020

Autor : Quevedo Jimenez Carlos Adrian

José Guadalupe Posada, "Gran calavera eléctrica" 


El movimiento moderno fue una respuesta con deficiencias teóricas, con falta de un estudio profundo sobre el impacto de obras arquitectónicas ajenas a fuerzas culturales, podemos señalar los fallos del movimiento moderno a través de su línea temporal y entender que la transculturación y el impacto de la arquitectura sobre el tejido social son reales.

La arquitectura no solo es reflejo de una sociedad, de las costumbres o de la cultura, también es un elemento importante que tiene la capacidad de redireccionar o cambiar paulatinamente este entramado social y mediante el uso del espacio impregnar ideas en cada usuario, que pasa cuando los elementos arquitectónicos se ven ante la producción en serie, la globalización y los pensamientos económicos marxistas de una sociedad que no tenía espacio para el arte , ¿ qué pasa con una obra que deja de expresar un pensamiento y que carece de significado, de costumbres y de cultura? O con una obra que desecha el espíritu de la plasticidad; las repercusiones del movimiento moderno fueron más allá de moldear nuestras ciudades, obras arquitectónicas, y uso del espacio, absorbió, enraizó, y propago (en ese orden) en la mente de las personas una cultura ajena que poco a poco fue adoptada y atentaba con la multiculturalidad de las sociedades, el movimiento moderno fue un avance tecnológico y un retroceso cultural.

"La necesidad de una expresión monumental en arte y arquitectura ha existido y se ha resuelto siempre en todas las civilizaciones. La nuestra no puede ser una excepción." (Giedion, p. 91, 1958, citado por Montaner , 1999) esta cita refleja la completa necesidad del hombre por la expresión artística en todos los ámbitos como la arquitectura, reflejar el espacio con la abstracción de la cultura es uno de los fines últimos de los proyectistas y se presenta desde los primeros acercamientos a esta arte.

Vitruvio definía los principios de una obra como firme, útil y bella, este último concepto, "bella ", tiene connotaciones subjetivas, pero podemos crear acercamientos retomando a Villagran, Fernand Leger,Lucio Costa o Luis Khan quienes definían la belleza como un derecho de expresión, uso del color, la intención plástica, o una monumentalidad como cualidad espiritual de una obra, y todo esto como reflejo de las expresiones culturales de cada lugar.

Para entender las repercusiones culturales del movimiento moderno es necesario primero, entender ¿cómo? y ¿por qué?, absorbió, enraizó y se propagó (en ese orden).

Podemos comenzar a ver la aparición del movimiento moderno desde la cuna del funcionalismo de la filosofía positiva de Augusto Comte desde 1875 (Cadenas , 2016) , "El funcionalismo era un ejemplo de teoría macro que volaba en un cielo demasiado alto y debía ser llevada al mundano terreno de lo micro, de la vida cotidiana" (Cadenas , 2016 , párrafo 8), pero fue hasta 1900 que el arquitecto apodado Le Corbusier definido y comenzó a trabajar bajo el sencillo postulado que las obras arquitectónicas eran una "maquina para vivir" y a finales de la primera guerra mundial (1914) esta idea funcional llevada al terreno de lo "micro" comenzó a tener gran relevancia pues, culminando con el primer proceso "absorbió" la necesidad social de un mundo saliente de una devastadora guerra.

Este movimiento creciente junto con sus principios de sobriedad y racionalidad fue aceptado por las grandes ciudades devastadas por la guerra y con una mirada en un futuro que olvidaba el arte y el deseo de la expresión, fue entonces, cuando enraizó, primero en las ciudades y entró por la vista y convenció a las personas que eso que decía y no decía una obra funcional, era el futuro y el presente. Los arquitectos habían olvidado el "carácter" de las obras, se negaban al pasado, a los numerosos estudios sobre esta cualidad que había escrito Chrysostome Quatremere en la Encyclopédie méthodique en 1788 , a los tratados de German Broffran, Jacques-Francois Blondel o Etienne-Lois Boulee que denominan a la obra como "architecture parlante" (Montaner, 1999 ) y aquí radica el que para mi es una de los primeros errores del movimiento moderno posteriormente enlazado al estilo internacional, que es la falta de entendimiento sobre las implicaciones del pasado, no para repetirlo y cometer los mismos errores , si no para aprender, no solo para el movimiento moderno, también para cualquier corriente de cualquier área , innovar no se trata de borrar el pasado, se trata de entender las implicaciones de la historia y su peso en la sociedad, las buenas propuestas solo las darán aquellos que reconozcan como han llegado hasta donde están, este es un postulado muy complejo e interesante retomado de los escritos de Montaner.

La propagación, como última fase del proceso de transculturación de la corriente moderna comenzó en 1932 en la convención "El Estilo Internacional: Arquitectura desde 1922", que se celebró en el Museo de Arte Moderno de Nueva York en la cual se sentaron formalmente las bases de esta nueva "expresión" arquitectónica, y entonces estos principios se llevaron a espacios y a ojos que hubieran tal vez preferido jamás conocer al estilo internacional.

Los principios eran básicamente crear elementos arquitectónicos que no respondieran a fuerzas culturales, que no expresaran mas ideas que las racionales, que rindieran culto únicamente a la función, que solo expresaran el futuro a través de sus innovadores materiales y que por ningún motivo y bajo pena de muerte podían ocupar valores plásticos como la ornamentación o los colores.

Cuando se introdujeron estos "valores" a ciudades en donde la cultura englobaba en su totalidad la vida de las personas el resultado fue un proceso de transculturización que llevaría inminentemente a una aculturación.

Debemos entender que las ciudades y las obras arquitectónicas expresan las abstracciones culturales mediante el uso del espacio, esto es tan real que existe una ciencia que lo estudia, en todos los estratos. Edwar T. Hall define la proxémica como las observaciones y teorías interrelacionadas del empleo que hace el hombre del espacio (Hall,2001) aquí es donde radica el segundo gran fallo y donde comienza este proceso de transculturación, la arquitectura moderna no fue consciente de las repercusiones que tendrían sus esquemas meramente funcionales en la forma en que las personas ocupaban el espacio guiados por ciertos elementos culturales ,se olvidó de la "dimensión oculta" como le definiría Edwar T. Hall o la "dimensión humana " como la expresa Jan Gehl.

Uno de los elementos que refleja gravemente este proceso de transculturación son paradigmas tan "nuestros" como la definición de progreso, que inmediatamente al escucharla podrían venir a nuestra mente imágenes como un auto, una carretera, un rascacielos de acero y cristal, o simplemente una gran metrópoli urbanizada; otro de los aspectos que exponen a este proceso es el olvido del espacio público que es una característica en casi todas las ciudades del mundo, espacios que se ven afectados por obstáculos urbanos, el ruido, la polución, el poco interés por preservarlos y la poca cantidad, un panorama desolador en casi todas las ciudades (Gehl,2014).

El olvido de estos códigos culturales fue el principio del fin del movimiento moderno, las ciudades confundían el progreso con las técnicas funcionalistas hasta que este paradigma termino rompiendo con las dinámicas sociales, encerrando a las personas en sus departamentos (que representaban un estatus pero no representaba los deseos humanos de libertad y felicidad) excluyéndolas de las actividades sociales , de recreación, de expresión cultural y fue aquí cuando el "progreso" se quitó la máscara y enseño el veredero retroceso que las ciudades habían tenido, el "suicidio" cultural. Se rompieron todos los esquemas, el tejido social se había desgarrado y los efectos secundarios de la modernidad comenzaban a observarse, las ciudades superpobladas, la falta de espacios públicos, el exceso de carreteras y vehículos y la falta de expresión en las ciudades y los edificios, la transculturación se sentía.

Podría parecer que estabas en Alemania mientas caminabas por las zonas comerciales de Japón, o te sentías en estados unidos visitando algún museo del estilo internacional en Francia, la falta del "carácter" en los edificios, la nula expresión cultural, artísticas y plástica, llevaron a las ciudades a convertirse en enormes horizontes desolados y sin vida como lo expresa Jane Jacobs en su libro " muerte y vida de las grandes ciudades " "el aumento masivo del automóvil y la ideología urbanística del Movimiento Moderno, que separaba los usos dentro de las ciudades y enfatizaba la construcción de edificios exentos, terminarían por destruir el espacio y la vida urbana, dando como resultado ciudades sin gente ni actividades" (Gehl,pág. 3,2014)

Los resultados de esta homogeneización del uso del espacio paulatinamente desaparecen, pero jamás dejaran de existir, y los paradigmas que imprimió en nuestras mentes desaparecerán generación con generación, nosotros como nuevas generaciones de arquitectos podremos decidir el nuevo rumbo de nuestras ciudades y edificios, podremos ser consientes de los efectos de nuestro hacer... o ¿no?, eso dependerá de nuestras convicciones.

¿Olvidar los efectos de la modernidad es lo correcto? Pues la respuesta sería no, lo mejor que podríamos hacer sería aprender de lo malo y seguir con lo bueno, entender el pasado y sus implicaciones y mezclarlo con nuestra idea de futuro para realmente poder crear una vía sólida sobre la cual hacer crecer nuestras ciudades y nuestra cultura.

Entender las dinámicas sociales, la proxémica, seguir con los ojos en el futuro de los materiales, de las posibilidades plásticas que éstos nos pueden ofrecer, mezclarlos con los códigos culturales, con materiales que reflejen el conocimiento del lugar y jamás olvidar la repercusión psicológica que tiene la arquitectura en las personas y el tejido social, se trata de abrazar las diferencias culturales y la expresión de ideas como una ventaja en el diseño y no como un obstáculo a vencer.

Entender a la arquitectura como una herramienta social para mejorar o empeorar, no es que la arquitectura pueda salvar al mundo, es que la arquitectura puede crear espacios para que las personas vivan mejor, que se haga una con la actividad cotidiana y que se haga una con la cultura, de esa manera tratar de mejorar a la sociedad a través de la expresión de estos códigos y de entender el pasado combinado con las practicas innovadoras, nuevos materiales y nuevas concepciones del uso del espacio, arreglar lo que hizo el movimiento moderno.


Bibliografía

Cadenas, H. (2016, 10 diciembre). La función del funcionalismo: una exploración conceptual. Recuperado 25 septiembre, 2018, de https://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1517-45222016000100196&lng=en&nrm=iso&tlng=es

Guerrero, Y. (2018). LOS PRINCIPIOS FORMALES DEL MOVIMIENTO MODERNO. Recuperado 25 septiembre, 2018, de https://www.academia.edu/28187021/LOS_PRINCIPIOS_FORMALES_DEL_MOVIMIENTO_MODERNO

Gehl, J. (2014). Ciudades para la gente. Buenos Aires: Infinito.

Hall, E. (2001). La dimensión oculta. México: Siglo Veintiuno Editores.

Montaner, J. (2011). La modernidad superada. Barcelona: Editorial Gustavo Gili.

Montaner, J. (1999). La modernidad superada. España: Gustavo Gili.

Urive, B. (2018). En perspectiva: Le Corbusier. Recuperado 25 septiembre, 2018, de https://www.archdaily.mx/mx/775218/en-perspectiva-le-corbusier


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